¿Qué es el acero galvanizado?
El acero galvanizado es, en pocas palabras, acero recubierto con una capa de zinc. Este recubrimiento actúa como una barrera protectora frente a la corrosión, evitando que la humedad, el oxígeno y otros agentes ambientales deterioren el metal.
Gracias a este tratamiento, el acero puede durar muchos más años incluso en condiciones difíciles, como zonas húmedas o al aire libre.
¿Cómo se produce?
El proceso más común es el galvanizado por inmersión en caliente. Así funciona:
- Preparación de la superficie
- La pieza de acero se limpia a fondo para quitar grasa, óxido o impurezas.
- Esto normalmente se hace con soluciones químicas y un enjuague.
- Inmersión en zinc fundido
- Una vez limpia, la pieza se sumerge en un baño de zinc fundido a unos 450 °C.
- El calor hace que el zinc se adhiera y se combine con la superficie del acero.
- Enfriado y revisión
- Tras salir del baño, el acero galvanizado se enfría y se inspecciona.
- El resultado es una superficie recubierta con varias capas: una parte de aleación zinc-hierro y una capa exterior de zinc puro.
¿Por qué es importante conocer esto?
El acero galvanizado se utiliza en prácticamente todas partes:
- Construcción (estructuras, techos, barandales).
- Industria automotriz (carrocerías y piezas expuestas al clima).
- Fabricación de tuberías, láminas y accesorios metálicos.
Su gran ventaja es que alarga la vida útil del acero, reduciendo costos de mantenimiento y reemplazo.